Walt Disney junto con el almirante Joe Fawler construyeron una montaña artificial en la década de los 50.
Hay en esta inocente construcción algo realmente pesado, algo que no debe tomarse a la ligera.
Quizás porque fuera uno de los primeros ejemplos dónde la ficción se hizo más pesada que la realidad.
Quizás porque fuera una de las primeras construcciones donde cada perfil metálico difería del siguiente.
Quizás porque fuera el primer ejemplo de arquitectura de piel y huesos.
Quizás porque era el primer edificio en incorporar una montaña rusa.
Quizás porque era el primer edificio que se consumía en 5 minutos.
Quizás porque nuestra arquitectura se deba más a ella que aquella que Soane intuyó....
1 comentario:
Interesante blog, a partir de ahora un nuevo seguidor¡ Saludos¡
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